¿Qué busca?

Adaptación basada en ecosistemas

Trabajar con la naturaleza para adaptarse a un clima cambiante

Ecosystem-based
Adaptation

Working with nature to adapt to a changing climate

La AbE (Adaptación basada en Ecosistemas) utiliza la gestión sostenible, la conservación y la restauración de los ecosistemas para proporcionar servicios que permitan a las personas adaptarse a los impactos del cambio climático. Es un concepto centrado en las personas, pero que reconoce que la resiliencia humana depende fundamentalmente de ecosistemas saludables.

Integrada en una estrategia general de adaptación, la AbE proporciona soluciones sostenibles y costo-efectivas para las personas afectadas por el cambio climático.

La adaptación basada en Ecosistemas (AbE) es una solución basada en la naturaleza (SbN) que está adquiriendo una importancia significativa en el contexto de la acción climática global y nacional (por ejemplo, el Acuerdo de París de la CMNUCC, contribuciones determinadas a nivel nacional, planes nacionales de adaptación) y las políticas de conservación de la biodiversidad (por ejemplo, el nuevo Marco Mundial para la Biodiversidad, así como las Metas de Aichi).

La característica distintiva de la AbE es que vincula los enfoques tradicionales de conservación de la biodiversidad y los ecosistemas con el desarrollo socioeconómico sostenible como parte de una estrategia amplia para ayudar a las personas a responder de mejor manera a los efectos adversos del cambio climático. “Amplio” significa que reconoce la complejidad en el impacto del cambio climático sobre los sistemas socio-económico-ambientales, y plantea soluciones a partir de un diálogo multi-sectorial y multi-nivel.

Con el aumento del compromiso político y el financiamiento climático a nivel global, es fundamental mejorar la comprensión de lo que califica como AbE. El Marco para la definición de criterios de cualificación y estándares de calidad identifica 3 elementos y 5 criterios de calificación, según se muestra en la ilustración 1.

Ilustración 1: Criterios de cualificación para medidas de adaptación basada en ecosistemas (agregar fuente, año)

Puedes encontrar más información sobre AbE como una SbN para la adaptación en esta ficha informativa.

La adaptación al cambio climático por medio de enfoques basados en ecosistemas utiliza los servicios o beneficios que las personas obtenemos de los ecosistemas y la biodiversidad a través de su gestión sostenible, la conservación y la restauración, por ejemplo, la sociedad percibe un beneficio particular de los servicios de regulación y apoyo como la polinización y la captación de aguas de lluvia en los mantos acuíferos.

Estos son algunas de las áreas de impacto y beneficios provenientes de las medidas de AbE:

  • Protección contra desastres naturales: Los ecosistemas saludables actúan como barreras naturales frente a eventos climáticos extremos.
    • Ecosistemas como los arrecifes de coral, Manglares y bosques costeros disipan la energía de las olas, protegiendo las costas de la erosión y las ciudades y poblaciones costeras de las marejadas.
    • Turberas, marismas y llanuras aluviales amortiguan inundaciones y mitigan la escasez de agua.
    • Laderas boscosas en zonas montañosas estabilizan sedimentos las laderas, previniendo deslizamientos y protegiendo casas y carreteras.
  • Beneficios económicos y rentabilidad: Encuestas mundiales han demostrado que la restauración y conservación de los ecosistemas es rentables.
    • Un estudio en Vietnam indica que la rehabilitación de manglares en algunas poblaciones está generando beneficios de riqueza significativamente mayores a partir de la reducción de riesgos y la utilización de recursos naturales (2,3 millones de USD durante 20 años) en comparación con la construcción de diques (solo 0,5 millones de USD) (Köhler y Michaelowa, 2013).
    • La relación costo-beneficio del retorno de la inversión de la restauración de ecosistemas puede llegar a ser de 3 a 75, en comparación con el daño económico de las pérdidas de ecosistemas (Munang, R., et al., 2010).
  • Co-beneficios ambientales, económicos y sociales: A menudo se las conoce como opciones de “no arrepentimiento” o “bajo arrepentimiento” ya que pueden generar beneficios independientemente de las incertidumbres en las proyecciones climáticas.
    • Restauración de manglares:
      • Puede estabilizar los sedimentos y proteger el litoral ante eventos tales como tormentas, huracanes, marejadas ciclónicas y erosión costera.
      • Proporcionan hábitats nuevos o ampliados para peces y otras especies, lo que a su vez sustenta los medios de vida.
    • Contribución a los objetivos de mitigación del cambio climático a través de:
      • La conservación o restauración de bosques y vegetación costera, y la rehumectación de turberas drenadas para reducir las emisiones de CO₂.
      • La reducción de la deforestación y degradación de la tierra, incluido el drenaje de turberas, que ayuda a limitar más las emisiones de gases de efecto invernadero (Duarte et al., 2013; Busch et al., 2015).

Aplicaciones sectoriales de la AbE

  • Recursos hídricos:
    • La restauración de cuencas hidrográficas mejora la calidad y disponibilidad del agua, beneficiando tanto a comunidades rurales como urbanas.
    • La conservación de humedales regula el ciclo hidrológico y reduce riesgos de inundaciones.
  • Agricultura:
    • La implementación de prácticas agroforestales incrementa la resiliencia de los cultivos ante condiciones climáticas adversas.
    • La diversificación de cultivos y la conservación de la biodiversidad agrícola mejoran la seguridad alimentaria.

Crecimiento de la AbE en América Latina

Este enfoque está teniendo un auge en América Latina, representado en una mayor cantidad de proyectos y escalamiento a nivel regional.
Programas como “Escalando las Medidas de Adaptación basada en Ecosistemas en la América Latina rural” buscan aumentar la resiliencia al cambio climático en comunidades y ecosistemas vulnerables de Ecuador, Guatemala y Costa Rica.

Asimismo, el programa peruano “Escalando AbE Montaña” permitió sentar experiencias en la temática en otras zonas de Latinoamérica.

Aplicación en entornos urbanos y rurales

De igual manera, ejemplos de medidas específicas se podrían contextualizar, según el entorno en que se desarrollan e impactan:

  • Entornos urbanos:
    • Los parques urbanos y techos verdes reducen el efecto de isla de calor y mejoran la calidad del aire.
    • La restauración de riberas urbanas previene inundaciones y crea espacios recreativos.
  • Entornos rurales:
    • La conservación de bosques y prácticas agrícolas sostenibles protegen la biodiversidad y aseguran medios de vida.
    • La gestión sostenible de pastizales mejora la productividad ganadera y la salud del suelo.

Sinergias de la AbE

La AbE y la Eco-RRD (SCBD, 2019) también pueden mejorar la biodiversidad y la conservación de la naturaleza.

  • Mejora la resiliencia de las comunidades frente al cambio climático.
  • Contribuye a la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.
  • Fomenta la participación comunitaria y fortalece las capacidades locales.

Para una comprensión visual de estos beneficios y aplicaciones, se sugiere la consulta del documento “Por qué trabajar con la naturaleza paga” (GIZ, 2022), misma que ilustra las interconexiones entre la AbE y los sectores mencionados.

 

El cambio climático amenaza tanto a los ecosistemas como a sus servicios y pone en peligro el desarrollo humano en todo el mundo. El objetivo final de la integración de enfoques basados en los ecosistemas es establecer la AbE (la restauración y conservación de los ecosistemas como solución integrada) como prácticas de desarrollo estándar en la manera cómo la sociedad responde a riesgo climático actuales y futuros (ej. mediante la reducción del riesgo de desastres basada en los ecosistemas, Eco-RRD).  Integrar la AbE significa “hacer las cosas de manera diferente”, implica diseñar estrategias y tomar las decisiones visualizando y previendo las consecuencias que impone el cambio climático, en todos los sectores y desde todos los niveles.

 

Ilustración 2: Modelo conceptual de  la integración de la Adaptación basada en Ecosistemas en sistemas sociales. (GIZ 2025)

Con base en la experiencia de una multitud de proyectos alrededor del mundo que promueven la adaptación (basada en ecosistemas), la GIZ desarrolló el siguiente marco conceptual para la lograr una integración efectiva de la AbE:

Ilustración 3: Modelo conceptu al para la integración de la AbE a escala, también llamado el ciclo de la transversalización. (GIZ, 2023)

Las 3 fases principales: 1. planificación, 2. implementación y 3. monitoreo, evaluación y aprendizaje transcurren de forma cíclica, lo cual permite una continuidad en los esfuerzos de la adaptación al cambio climático, realizando ajustes en las estrategias a medida que se alimenta con información nueva. Una gobernanza adecuada que apoya los 6 pasos es la base para asegurar la integralidad e inclusividad (contemplando conceptos como la justicia climática y “leave no one behind”). El fortalecimiento de capacidades en los actores involucrados y la disponibilidad de fuentes de financiamiento e incentivos son factores de éxito para la efectividad y la sostenibilidad de las estrategias resultantes de este ciclo.

Fase 1 – Planificación: Compuesto por 4 pasos, permite analizar contextos, estructuras y procesos de desarrollo a la luz del “lente climático y ecosistémico”, respondiendo a cómo la conservación y restauración de ecosistemas puede responder a los riesgos climáticos, aumentando la resiliencia de grupos, comunidades y sectores vulnerables. Herramientas como el Libro de consulta sobre riesgos y vulnerabilidades, el análisis de costo-beneficio y el análisis multicriterio participativos permiten a tomadores de decisión e implementadores identificar las intervenciones más urgentes y estratégicas.

Fase 2 – Implementación: Requiere una planificación operativa sólida, por ejemplo, basada en una teoría del cambio, la participación de actores clave, mecanismos de coordinación con socios gubernamentales y otros actores previamente y apoyarse en la creación de capacidades y el financiamiento de corto, mediano y largo plazo.

Fase 3 – Monitoreo, evaluación y aprendizaje: Un sistema de monitoreo y evaluación bien diseñado y con financiamiento para su funcionamiento en el largo plazo es la base para determinar la pertinencia y efectividad de las intervenciones seleccionadas e implementadas en las fases anteriores. La generación de evidencia es necesaria para dirigir las inversiones financieras y sociales en futuros esfuerzos de adaptación al cambio climático. Más detalle sobre las cuatro consideraciones clave y otros aspectos en esta Guía para Monitoreo y Evaluación de Intervenciones de Adaptación basada en Ecosistemas

La plataforma de la Comunidad de Adaptación proporciona herramientas y métodos que se pueden utilizar en cada paso. La información en esta página se alinea con las Directrices voluntarias para el diseño y la implementación efectiva de enfoques basados en ecosistemas para la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres .

La CMNUCC y el Acuerdo de París: Los enfoques basados ​​en ecosistemas son una opción para una adaptación sostenible y eficiente al cambio climático con éxito comprobado. Desde su planificación estratégica, contemplando el ámbito amplio descrito anteriormente, la AbE abarca políticas y medidas que tienen en cuenta el papel de los servicios de los ecosistemas en la reducción de la vulnerabilidad social a través de enfoques multisectoriales y multinivel.

El Acuerdo de París requiere que todas las Partes participen en la planificación e implementación de la adaptación a través de sus propios Planes Nacionales de Adaptación (PNA), los cuales  tienen como objetivo integrar la adaptación al cambio climático en las decisiones e inversiones de desarrollo.

Algunas Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) de un país, en su componente de adaptación mencionan la AbE explícitamente, mientras que otras se refieren al uso de los servicios de los ecosistemas como un medio de adaptación.

Hay al menos tres formas de considerar la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas, y, por lo tanto, AbE, en el PNA:

  • Contemplar el cambio climático en la planificación de la conservación.
  • Valorar las medidas de AbE al evaluar los impactos del cambio climático y las opciones de adaptación.
  • Consideración de las salvaguardas ambientales para las medidas de adaptación.

CDB – Convenio sobre la Diversidad Biológica: Las políticas nacionales coherentes e informes alineados a las convenciones pueden mejorar considerablemente la adopción de la AbE a nivel nacional e internacional, que deben traducirse en medidas de planificación e implementación subnacionales. Las Estrategias y Planes de Acción Nacionales de Biodiversidad (EPANB) son los principales instrumentos para implementar el Convenio a nivel nacional (CDBArtículo 6), dondela integración de la biodiversidad a través de las EPANB conduce a resultados importantes relacionados con la adaptación y mitigación del cambio climático, la reducción de la pobreza, la mejora en la salud y el bienestar, y una mayor equidad social.

La Estrategia Internacional de las Naciones Unidas para la Reducción de Desastres (UNISDR) y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres: Los conceptos y la práctica de la AbE y la Reducción del Riesgo de Desastres (Eco-RRD) son enfoques integradores para reducir el riesgo de peligros relacionados con el clima y asociados, que enfatizan la importancia de la biodiversidad y los ecosistemas para reducir el riesgo y se basan en otras prácticas como la conservación y la restauración, los cuales buscan aumentar la resiliencia de los ecosistemas en beneficio de las personas.

La Reducción del Riesgo de Desastres (Eco-RRD) opera en línea con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, que fomenta “enfoques basados ​​en ecosistemas… para construir resiliencia y reducir el riesgo de desastres”.

Tanto la AbE como la Eco-RRD son parte de un enfoque multidisciplinario y transversal. La cooperación entre los dos campos permite resultados más sólidos en términos de mayor resiliencia. El conocimiento y el aprendizaje compartidos, el desarrollo de capacidades y una mayor competencia para diseñar intervenciones que brinden múltiples beneficios son solo algunas de las opciones mediante las cuales se puede mejorar la resiliencia.

Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Los ODS son un llamado universal a la acción para acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas disfruten de la paz y la prosperidad. Muchos de los ODS están directamente relacionados con la salud y la diversidad biológica de los ecosistemas y los servicios que brindan. La AbE puede proporcionar soluciones sostenibles, resilientes al clima y basadas en la naturaleza que abarcan muchos de los desafíos globales que los ODS buscan abordar, optimizando las sinergias y reduciendo las compensaciones.

Estrategia y Plan de Acción Nacional sobre Biodiversidad (NBSAP por sus siglas en ingles): Las NBSAP brindan una orientación estratégica a nivel nacional sobre la protección y la gestión de la biodiversidad en un país y son la principal herramienta que guía las acciones para implementar el Marco Mundial de Biodiversidad a nivel nacional. Los países que están en proceso de revisión de sus NBSAP tienen la oportunidad de aprovechar de cerca los documentos de sus PNA y las evaluaciones de riesgo climático asociadas para comprender e incorporar información detallada sobre las vulnerabilidades y los riesgos de los ecosistemas en diferentes trayectorias climáticas.

Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC por sus siglas en ingles): Fueron establecidas en virtud del Acuerdo de París y son los planes en los que cada país describe y comunica sus acciones climáticas posteriores a 2020.

Las NDC establecen el doble propósito de establecer objetivos y un plan de acción para reducir las emisiones e incluyen información sobre la adaptación al cambio climático. Los países deben comunicar nuevas NDC en 2025 que tengan como objetivo demostrar un progreso más allá de sus NDC actuales y reflejar la mayor ambición posible. En el caso de los países que han incluido un componente de adaptación en sus NDC, el proceso del PNA y sus resultados podrían utilizarse para mejorar la calidad de la información relacionada con la adaptación en las NDC.

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